El camino al equilibrio
Mantener el equilibrio de las situaciones de la vida pareciera algo muy
complicado. Gran parte de la población se siente desequilibrada en algún rubro
personal, económico o profesional, de ahí la famosa sentencia pesimista: “No se
puede tener todo en la vida”.
Son pocas las personas que están alrededor que brillan con luz propia.
Su decisión se debe a la necesidad de mantener la paz y tranquilidad
espiritual, tener el alma y el corazón sanos y fuertes.
La constante reincidencia de buscar anomalías donde no existen es una
característica común del ser humano. Es una dinámica personal que se empeña en escudriñar el lado oscuro en lugar de la claridad y el halo de los demás.
La falta de sincronía con el contexto provocan una serie de eventos que
confirman lo que se conoce popularmente como “malas vibras”. Movimientos de
energía que se ven interrumpidos por la falta de una comunión con todo lo que rodea.
Sin embargo, cada día existen más grupos de individuos que entran en un camino
armonioso utilizando varias herramientas, una de ellas, la yoga. Una disciplina que se centra en
la unión del alma con la divinidad, la preferencia por lo espiritual y no lo
material y el bienestar físico y mental.
En este último rubro se concentran una gran parte de las clases que en
la cotidianidad se imparten. La gente va a sentirse bien consigo misma y
después de un tiempo lo reflejan hacia los demás.
El artista canadiense Peter Taylor libera su energía en forma de
creatividad y materializa una colección de dibujos hechos a lápiz de su
búsqueda del equilibrio por medio del placer. Figuras que se muestran en diferentes posiciones de relajación y
meditación, donde sobresalen las líneas curvas, pero sobre todo, rostros llenos
de gozo y felicidad.
Movimientos y estiramientos de miembros superiores e inferiores que en
la vida real tienen un nicho que no podrían realizar sin antes cesar en el
intento. Cuerpos llenos de círculos de la vida que en cualquier momento podrían transformarse en tatuajes.
Para ver más de la obra de Peter Taylor, den click en su nombre.
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