Personificando a las inglesas
Rondan por los casinos, por casas o centros donde se
reúnen los amigos, algunos las utilizan como diversión, como mero entretenimiento, otros, los más apasionados, las estudian, tratan de observar
las de su compañero-rival, confían en sus tácticas y estrategias y apuestan lo que sea seguros de que ellas los harán ganar.
Algunas
tienen 52, otras 48 o 40, dependiendo de su nacionalidad,
y están distribuidas en cuatro palos.
Las hay españolas, inglesas influenciadas
por las francesas, la napolitana, la alemana, la tradicional rusa, las de estilo
clásico o las actuales que ya se
encuentran disponibles en formato
digital, y con las que se puede jugar
hasta en solitario.
Nos
referimos a la baraja, ese juego de cartas o naipes que son una “bendición”, y lo decimos porque su etimología proviene del hebreo y eso es
lo que significa. Para los jugadores que gustan apostar y que tienen buena suerte,
seguro que resulta una dicha, y por supuesto, fortuna.
No
se sabe con exactitud su origen, si
es china, egipcia o hindú, aunque hay opiniones encontradas. La mayoría cree
que fueron creadas en China en el siglo
XII. De las más destacadas o las más
jugadas son la española, la inglesa
y la francesa, aunque las últimas dos son las más utilizadas para los juegos de azar.
El
juego de cartas inglesa y francesa es
muy similar, están conformadas por 52 naipes, que se encuentran divididos en cuatro palos diferentes,
éstos son las categorías y son representadas
por un símbolo que junto con el número, son los rasgos que diferencian a
una carta de cualquier otra en toda la baraja.
Las cuatro categorías en que se dividen las
cartas son: corazones o copas, diamantes u oros, o cocos o rombos, picas o espadas y tréboles o bastos o flores. Cada una está integrada por 13 naipes: el As,
los números del 2 al 10, y luego sustituye
los números de las figuras por letras, soslayando así el maleficio del número
13, aquí es donde radica la diferencia entre la baraja inglesa y la francesa,
pues en la primera aparecen la Jota
(o Jack), la Q (Queen o Reina) y la K (King o Rey). Mientras que en la
francesa se identifican la V (Valet),
D (Dame), R (Roi), y el As es la C (Caballo).
Los corazones representan la iglesia o el clero, los diamantes la economía, las picas el ejército o la nobleza y los tréboles
a la agricultura o a los plebeyos.
Ya
que se tiene conocimiento de las cartas y lo que significan, es necesario
conocer las expresiones y el vocabulario, todo
un arte ¿cierto?
Muchos son los juegos que se pueden
realizar con la
baraja, pero hay alguien que prefirió imprimirles
un toque de humor agregando algunos
elementos que nada tienen que ver con el origen de los naipes, pero que,
con imaginación, utilizó las figuras
de origen como complemento de alguna
parte de las siluetas humanas que dibuja el ilustrador y diseñador gráfico sueco Patrik Svensson.
Svensson alteró el
juego de cartas inglesa de una manera
humorística. La
figura del corazón, por ejemplo, la ha utilizado como
guantes
para un hombre que está entrenando box, o para cubrir el torso de una sensual dama, la pica la usó como traje de
baño de una chica a punto de aventarse un clavado, y como una original barba de un hombre.
Diversas son las maneras en que Patrik Svennson modificó
algunos naipes para hacer creativas
ilustraciones y darles otro
significado.
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