Realidad a su máxima expresión

La imagen que da inicio a este artículo, ¿creen que es una fotografía? ¿Será un paisaje urbano llevado a su máxima expresión? Se trata de ¿realidad aumentada, virtual?

Para ir dándoles pistas, primero les diremos que no se trata de realidad virtual, pues en ésta el mundo real desaparece, tampoco se trata de realidad aumentada, ya que ese cuadro de la ciudad no fue retocado por elementos virtuales [software, cámara web, aplicaciones], para la creación de una realidad mixta en tiempo real, es decir combinar un entorno real con uno virtual.

Pues bien, esa escena no fue capturada por el ojo de un lente de una cámara fotográfica, fue captada por un ojo humano y unas manos que realizaron un dibujo sobre papel por medio de un lápiz y pincel, propiedad del pintor británico Nathan Walsh.

Lo que parece una fotografía es realmente una pintura, y una que entra en la categoría del hiperrealismo. Una técnica pictográfica que propone reproducir la realidad con más fidelidad y objetividad que la fotografía.

A diferencia de algunos pintores hiperrealistas que se valen de material de origen fotográfico, empleando una amplia variedad de técnicas para llegar a una imagen final, Nathan Walsh se basa en bocetos que elabora con lápiz y papel, dibujos que asemejan planos arquitectónicos, para posteriormente plasmarlos con óleo sobre lienzo.

Respecto a la técnica que Walsh utiliza para lograr impresionantes cuadros, comenta: “El dibujar me permite tomar decisiones pictóricas humanas en lugar de confiar en el ojo mecánico de la cámara o algún software”.

Walsh retrata paisajes urbanos, su tema favorito. Para lograr representar con exactitud minuciosa e impersonal los detalles, el artista produce hasta 100 dibujos para recrear una escena de la ciudad, proceso que puede tomarle de tres a cuatro meses de trabajo.

El reflejo del agua, las ventanas, gotas de lluvia, destellos de luz, las sombras y más, es lo que podemos encontrar en fascinantes pinturas. Detalles exactos de la vida cotidiana en las ciudades.

La agudeza óptica de Walsh más la geometría de sus trazos, la perspectiva y la paciencia han llevado su obra a tal virtuosismo técnico que supera la visión del objetivo fotográfico, consiguiendo transportar al espectador a las calles de Chicago y Nueva York, como si estuvieran físicamente ahí contemplando el paisaje.

Acerca de su obra Nathan Walsh dice: "Estoy fascinado por la ciudad, es la complejidad visual y constante estado de flujo. El acto de pintar es un intento de corregir esta información y dar la visión de nuestra experiencia de vivir en él".