Gastronomía de ganchillo
Un
derecho y un revés, ¿se les hacen conocidas estás palabras? Parecería un
lenguaje en clave que sólo entenderían unos cuantos, pero muy probablemente, la
mayoría las ha escuchado en casa, pronunciadas por las expertas en el arte del tejido.
Aunque tradicionalmente tejer se ha asociado con las
abuelitas que nos hacían bufandas,
suéteres, calcetines y diversas
chambritas, en la actualidad esta actividad no es exclusiva de mujeres de
edad adulta. La gente joven se ha interesado por aprender el tejido, como
parte del auge de las manualidades y el “hazlo tú mismo” (DIY- Do It Yourself),
para hacer sus propias prendas.
Lo cierto es que en los últimos años el tejido se ha puesto de moda, ya saben, con la
onda de lo vintage y todo lo retro, por qué no habría de ser cool o estar in el tejer. Algunos realizan esta
labor como medio de relajación, como
un pasatiempo o para crear auténticas obras artísticas.
Ése es el caso de la artista
británica Kate Jenkins a quién le encanta tejer alimentos, ¡¿cómo?! sí, leyeron bien. Ella combina el ganchillo y el estambre con el arte de cocinar, lo que resulta
un verdadero manjar, por lo menos para
la vista.
Jenkins cocina
sushi, salmón, papas fritas, hamburguesas, salchichas, noodles, donas,
además de crear los aderezos y bebidas
que los acompañan. Sus principales ingredientes,
por supuesto, la creatividad y paciencia
para elaborar los platillos, una aguja o
gancho, lanas e hilos de colores, lentejuelas,
una pizca de humor y ¡listo! una deliciosa
y apetecible comida, que nos dejará
con hambre.
La experta gourmet
del ganchillo muestra en sus tejidas recetas un estilo muy personal
caracterizado por una visión algo nostálgica de ciertos iconos culinarios, con un toque de ingenuidad, pero al mismo
tiempo con ironía.
¡Buen provecho!
Comentarios
Publicar un comentario