Horizontes verticales
El engaño
visual es una característica inherente que tenemos todos los seres humanos. Hay
objetos lejanos, y también cercanos, que no sabemos en qué posiciones están,
hacia arriba, abajo o de lado.
Los
psicólogos utilizan en diversos ejercicios materiales visuales que tienen dos
acepciones significativas, dos formas que se pueden encontrar en la misma
lámina, una real y otra subjetiva.
La
perspectiva visual está relacionada con el ángulo donde estamos ubicados y la
forma en que captamos el espacio y el objetivo que vemos. Esto deriva, según la
distancia entre el objeto y nosotros, en que pierda las propiedades geométricas
y sólo apreciemos a escala, pues sería imposible determinar con exactitud sus
medidas. Con la información que contamos, únicamente podríamos comparar con
otro objeto conocido.
Los juicios
equivocados que tenemos con la percepción visual se dan por la incapacidad del
ojo para determinar con certeza lo que se mira. Las cosas se complican cuando
el plano que observamos está lleno de elementos similares o existe una saturación
que distrae la atención del punto central.
Estamos
acostumbrados y nos han enseñado las reglas que se deben seguir para apreciar
las cosas. Siempre deben estar en un sentido correcto que no altere la
percepción. Son parámetros que se imponen para hacer más fácil tanto el trabajo del
realizador como del observador final.
Por ejemplo,
las fotografías de paisajes siempre se recomienda que sean tomadas en un plano
horizontal, de esta manera es más fácil para la vista apreciar el contenido de
la imagen.
Pero, ¿qué
sucede cuando estos lineamientos son rotos? Una respuesta la pueden dar las
fotografías de la ciudad de Hong Kong del artista gráfico Romain
Jacquet-Lagrèze.
Ha emprendido
lo que llama su “carrera hacia el cielo” gracias a la arquitectura de las altas
construcciones modernas de China. Tomó su cámara y se dedicó a
fotografiar la geometría del entorno urbano que le inspiró más, con el fin
de compartir sus sentimientos acerca de la ciudad.
Jacquet-Lagrèze
ha logrado una compilación de fotografías para crear la serie Vertical Horizon.
Su esencia es mostrar la competitividad de las edificaciones que tratan de ser
el más alto, el más joven, el más antiguo y el más famoso.
La
perspectiva que él tiene de sus ángulos verticales es una metáfora de vida que
significan los cimientos del crecimiento personal y del éxito. Se empieza en la
parte inferior para llegar al cielo en una línea.
Confiere
importancia a lo que sucede arriba y abajo de nosotros, esa ubicación que casi no es
tomada en cuenta mientras caminamos a través de las calles, siempre vemos hacia
el horizonte. Busca crear conciencia plena del entorno en el que nos desenvolvemos.
Romain
comenta que “los ángulos en los que hago las fotos, hacen hincapié en la gran
escala de las estructuras que nos rodean en contraste con nuestro propio ser.
Siendo conscientes de nuestra condición humilde, para mí, es el primer paso
para llegar a nuestro potencial y alcanzar nuestro horizonte vertical”.
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