La radiografía de las cosas
En las actividades diarias siempre estamos propensos a sufrir una
lesión. Es mentira que los únicos que se lastiman son los deportistas, incluso
en el hogar se puede presentar un accidente que nos hará daño.
Las fracturas son comunes cuando se cae de manera precipitada [algunos
lo planean y aún así se lastiman]. Las manos, las muñecas, los codos, las
piernas, los pies, las rodillas, los tobillos o la cabeza son algunas partes
del cuerpo que pueden sufrir daños, en pocas palabras, donde hay hueso.
Lo que se hace de inmediato es acudir al doctor o a un hospital para saber
la gravedad de la lesión. Una vez que se llega, comienza el paseo obligatorio
por el pasillo que lleva a la sala de rayos x para tomar las placas que
develarán qué pasa dentro del cuerpo.
El tratamiento para el diagnóstico siempre será el mismo: inmovilización,
ya sea con la colocación de una férula o el yeso. Y todo esto sucede
gracias a las radiografías.
Este instrumento es capaz de atravesar los cuerpos y arrojar una placa
[lo tradicional] o mostrar en una pantalla la parte del cuerpo que se está
radiando. La estructura ósea queda al desnudo, sin embargo, su utilidad se
expande a la detección de neumonía, cáncer de pulmón o abscesos.
Se piensa que sus aplicaciones sólo son médicas, no obstante también se
ocupa en la cristalografía [explorar la materia cristalina] y para determinar
defectos en la composición estructural de edificaciones.
¿Los rayos x se podrán aplicar al arte? Hay un fotógrafo australiano que
pensó que sí y lo aplicó a su profesión. Brendan Fitzpatrick nos muestra lo que
hay dentro de juguetes, flores y animales en su colección Invisible Light.
Este artista de la lente somete a sus objetivos a aparatos de rayos X y
máquinas que realizan mamografías para explorar su interior. Podemos apreciar
los contornos en diferentes tonalidades pastel, pero lo que mejor se puede
ver, en el caso de los juguetes, es la cantidad de tornillos que sujetan
cada pieza. De igual forma se aprecian los compartimentos para las pilas y los
leds que iluminan alguna parte del cuerpo de plástico.
En los animales se distingue el esqueleto, y con los cetáceos se ven los
tejidos, mientras que en las flores se observan las fibras de las hojas y la
solidez de los tallos. Caso especial son las imágenes de los chiles y el
jitomate que tienen en sus entrañas las decenas de semillas.
Para conocer más del trabajo de Brendan Fitzpatrick, den click en su
nombre.
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