Viviendo sobre ruedas
La
contaminación en las grandes ciudades es un problema importante que afecta de
manera directa a todos los habitantes, incluyendo a la naturaleza. Las grandes
cantidades de autos que circulan a diario por sus calles, y la concentración de
industrias dentro de las metrópolis son un problema grave.
En diferentes
regiones se han implementado programas donde los autos no circulan un día a la semana,
tratando de reducir los niveles de polución, sin embargo, las fábricas no tienen
algo parecido.
Como una
forma de seguir contribuyendo al bienestar de la población, diferentes
gobiernos se han distinguido por la promoción del uso de la bicicleta, así se
utilizaría menos el auto, con el plus de salir beneficiados en lo que a salud
se refiere como ejercicio.
La
construcción de ciclovías han mejorado la movilidad de las urbes. Las
bicicletas son más accesibles para la sociedad, ya sea en préstamo, renta o
compra. Hay muchos modelos para todos los gustos, desde las deportivas hasta
las retro. Poco a poco van surgiendo tiendas donde se puede pedir una bici a la
carta, prevaleciendo aquellas con un estilo vintage, como las de panadero o
policía.
Otra de las
modalidades implementadas son los recorridos grupales nocturnos, entre semana
después del trabajo o escuela, o por las mañanas y tardes los fines de semana.
El recorrer con más personas diferentes trayectos de la ciudad donde se vive se
convierte en una gran experiencia, sin embargo, hay a quienes les gusta salir a
rodar en solitario.
Un caso
similar a éste es el del escritor de publicidad Guillaume Blanchet, quien se ha
dedicado a rodar por las calles de Montreal, Canadá, a lo largo de 382 días. Gracias
a la fusión de sus pasiones, la bicicleta y filmación, decidió emprender la
aventura de grabar sus recorridos que más adelante armaron el multipremiado cortometraje The
Man Who Lived On His Bike.
Después de 12
años en la publicidad, decide lanzarse a trabajar como freelance, haciendo
diversos trabajos, pero principalmente éste. Expandió su inventiva hacia otros
caminos que sólo miraba de lejos por ser actividades al aire libre.
El corto
comienza con una dedicatoria a su padre, un francés que se desplazó en su
bicicleta de la Riviera Francesa a Estambul, trayecto que duró más de tres
meses. De ahí surge la idea del título, ya que Guillaume le dijo: “Pa’,
realmente vives en tu bicicleta”.
En sólo tres
minutos podemos ver el compendio de poco más de un año de recorridos por diferentes
calles de Montreal, en las que Blanchet se vio envuelto en las cuatro estaciones
del año, de la primavera al invierno. Algo destacable es que, aunque parece que
está grabado bajo la técnica de stop-motion, no es así, el proceso de edición
fue directo de la película, algo a lo que llamó “jump cut”.
El video
presenta al ciclista en muchas actividades, como cocinando, hablando por
teléfono, coqueteando con diferentes chicas, rasurándose, ¡bañándose!, entre
otras peculiaridades más, eso sí, siempre a bordo de su inseparable bici.
Soportó temperaturas bajo cero, burlas y sorpresas de los transeúntes y
automovilistas.
A continuación, el cortometraje The Man Who Lived On His Bike:
Comentarios
Publicar un comentario