Plantando la cabeza
Todos y cada
de uno de nosotros conocemos a alguna o algunas personas que son distraídas
hasta el límite. Pareciera su estado natural, porque la preocupación tampoco les
ronda.
Por lo
general, siempre se les dice que “no pierden la cabeza, porque la traen
pegada”. Se les extravían objetos y gente, se les olvida la dirección de algún
lugar y llegan a otro lado, no reparan en que ya habían solicitado algo y lo
hacen por su cuenta, y muchas variantes más que se van descubriendo en el
camino.
La única
forma de no tener la cabeza en nuestro lugar es por un evento extremo y
trágico, y mucho menos pensar que si nos la quitan, nuestro cuerpo seguirá
caminando o corriendo como sucede con las gallinas y pollos.
Para lograr
que un cuerpo se mantenga en pie, se tiene que recurrir al surrealismo y la
fantasía. Es así como el fotógrafo serbio Marko Prelic decide utilizar sus
conocimientos en técnicas digitales y en las artes finas para crear la
colección Tree People.
Sus retratos
lo que demuestran es que cualquier individuo puede perder la cabeza para ser
suplantada por un árbol. Prelic hace una mezcla de imaginación con elementos de la
realidad para crear imágenes extraordinarias apoyadas en el blanco y negro.
Las
fotografías surrealistas tienen como personajes principales a personas comunes
con ropa ordinaria en diversos parajes urbanos y rurales, siempre posando de
frente o perfil hacia la lente de la cámara, inclusive, dándole la espalda al
espectador que busca saber como es el enramado de su cabeza.
Esta es una
visión muy particular del fotógrafo de representar la comunión entre el
ser humano y la naturaleza, cómo los dos pueden ser uno mismo sin necesidad de
atentar contra la integridad del otro. En este caso, quien corre el peligro
mayor son los árboles ante la voracidad de los taladores.
Para conocer
más sobre el trabajo de Marko Prelic, den click en su nombre.
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