Esculturas llenas de potasio

Dentro de las denominadas Bellas Artes encontramos a la escultura, porque tiene esa inherente finalidad de expresar la belleza, y consiste en el arte de moldear el barro, tallar en piedra, maderas o cualquier otro material, figuras en volumen, y  no sólo eso, el artista, llamado escultor, también es capaz de conformar y definir espacios.

Algunos de los materiales que comúnmente se utilizan para ser cincelados y dar vida a una pieza artística son: la arcilla, el metal, la madera, el hielo, el estuco, entre otros. ¿Se les ocurre qué más podría ser moldeado para obtener una obra escultórica?

Les daremos algunas pistas: es símbolo de fecundidad y prosperidad, posee una excelente combinación de energía, minerales y vitaminas, es rico en potasio -seguro con este dato, ya adivinaron.

El plátano es el nombre vulgar del género tipo Musa [plantas herbáceas de origen asiático], y justamente como una musa inspiradora, este fruto tropical es el principal elemento de las esculturas que crea el joven artista japonés Keisuke Yamada.

Keisuke es autodidacta, su gran creatividad la ha aplicado moldeando algunos plátanos para dar forma a rostros humanos, personajes de caricatura, de fantasía, animales.

Keisuke Yamada inicio esta serie de esculturas cuando, pelando un plátano, pensó que sería interesante intentar tallar algo en él. Acto seguido una cara sonriente apareció en el cuerpo del fruto. Yamada al notar las reacciones positivas por parte de algunos aficionados al arte, lo motivaron a continuar con este detallado tipo de escultura.

Utiliza sólo una cuchara para preparar el plátano y para suavizar su superficie, y palillos para tallarlo, herramientas prácticas y de fácil alcance. El único inconveniente al que se enfrenta el escultor, es al reloj, pues debe darse prisa para terminar su trabajo, de lo contrario el banano comenzará a oxidarse deteriorando la obra de arte. Además de ser un arte efímero, pues al terminar o se come su escultura o la desecha, solamente capturándola en foto o video es que puede sobrevivir y dejar evidencia de que por un instante el rico fruto, no sólo aportó nutrientes y beneficios a la salud, también fue una pieza artística.

La consistencia y la fragilidad de la textura del plátano y el hecho de que no se puede añadir más material para cubrir un error como se haría con la arcilla por ejemplo, hace que sea un material difícil de manipular. De ahí el reconocimiento y el éxito de las obras de arte comestibles de Keisuke.