El reino de la pintura mate digital

¿Han escuchado hablar del matte painting? Seguramente, han visto plasmada está técnica del diseño varias veces sin darse cuenta,  debido a que este arte se basa en parecer algo más de lo que realmente es.

Apareció hace más de 100 años cuando el auge del cine necesitaba cada vez mayor infraestructura y, como atajo, la industria cinematográfica comenzó a pedir a sus ilustradores que dibujaran los escenarios y fondos para integrarlos en los filmes, así ahorraban en locaciones y podían hacer volar su imaginación por el precio de una ilustración.

En aquel entonces las ilustraciones eran plasmadas, normalmente, sobre cristales que ayudaban a crear transparencias, reservas y ventanas, y la técnica usada era el acrílico, pastel o gouache (acuarela opaca), que permitían tanto un acabado mate como transparente. Uno de los primeros largometrajes reconocidos, que empleó está técnica, fue El Mago de Oz (1939).

Con los avances tecnológicos el matte painting también evolucionó y ahora las escenas son cada vez más realistas, dando paso al digital matte painting. Esta poderosa técnica de composición digital es utilizada en la creación de escenarios, objetos y personajes para medios audiovisuales.

Películas como El Señor de Los Anillos, Titanic, King Kong, Alicia en el país de las maravillas y Avatar, se han valido de este arte para ilustrar sus fondos y llevar a mundos fantásticos a los espectadores.

La pintura mate digital es una forma de arte visual que combina fotografía, pintura digital, arte en 3D y manipulación de imágenes.

Uno de los artistas considerado pionero de la fotografía digital es el francés Seb Janiak, diseñador gráfico, fotógrafo, director de arte, videoclips, cineasta, escritor y guionista, todo un polifacético creador artístico. En su obra desarrolló la técnica de imagen digital compuesta y editada, el digital matte painting, innovación que le valió su fama en el mundo de la fotografía y el cine.

En su serie fotográfica titulada The Kingdom inserta una o más imágenes dentro de la misma obra, creando así retratos homogéneos, hasta conseguir efectos hiperrealistas.

Imágenes que se centran en acumulaciones masivas de nubes en el cielo, que plasman visualmente el poder de la naturaleza. Condensaciones de gas llenas de dramatismo, propias de una escena de película, ficción, fantasía, aventura, que hacen que el espectador busque, dentro de esa inmensidad, centrarse en un punto luminoso, la luz que irradia la Luna, que a su vez revela la existencia de otras estrellas titilantes.

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