Si el mundo fuera otro...
La existencia del sexismo es un mal que prevalece desde el inicio de la
historia. La fortaleza física del hombre dictó las reglas de las vida: él es
más fuerte, él sale a cazar, el otorga protección, él trabaja, él trae el
sustento a casa, él se divierte, mientras ella, ella tiene que ser sumisa. Este
papel es como un código genético que la sociedad insertó en las mujeres y los
hombres. Es impensable que alguien haga las cosas diferentes.
Afortunadamente, y después de casi ¡2 mil años! las acciones comienzan a
tener equilibrio y la mujer adquiere protagonismo en la vida cotidiana como una persona activa en la relación de familia y profesional. En los años 60 la
publicidad marca un ejemplo de cómo se aceptaba la humillación del rol femenino
exclusivo al hogar. El artista Eli Rezkallah toma estos cromos y los reubica en
un mundo que pudo ser diferente, donde la mujer tuviera todos los atributos que
“alguien” le otorgó al varón: In A Parallel Universe.
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