Retocando el arte infantil
Los niños pequeños tienen una gran creatividad que debe ser alentada y
potenciada por los padres. Quizá es porque su conocimiento apenas está guardando
experiencias transmitidas y adquiridas a través de la observación de lo que
hacen los mayores.
Si los adultos que los rodean leen, es probable que su afición por la
lectura se forje; si los padres tienen inclinaciones artísticas, podría ser que
el infante también adquiera esa afición.
Una de las actividades que más les gusta es dibujar. Denle un lápiz,
pluma, crayola, plumín o pincel con pinturas a un niño e interpretará su realidad
de la forma en la que ella o él la conciben.
De hecho, en un principio, sus trazos pareciera que carecen de sentido,
pero para ellos es un universo que está plasmado en una hoja, incluso en alguna
pared de la casa.
Con el paso del tiempo y con la guía de los familiares van perfeccionando
sus líneas y esos garabatos que veíamos empiezan a tener la forma de los papás,
los abuelos, los amigos del preescolar, la casa, las mascotas. Las personas
pasan de ser líneas rectas a círculos que son la cabeza y el cuerpo.
Después viene la etapa de la coloreada de sus dibujos, que de igual
forma, comienza por el uso de cualquier color para pintar la piel, las ramas de
los árboles o el cielo. Su arte es magníficamente abstracto.
Quienes tienen niños sabrán, y padecerán, del ejército de los lápices de
colores; algunos prefieren asignar una pared para que ahí hagan sus dibujos, lo
cual es muy recomendable para que las demás zonas de la casa se ¿mantengan a
salvo? de convertirse en lienzos.
Y si hay alguien que comprende a la perfección lo que decimos, es el
artista tatuador e inventor Fred Giovannitti porque tiene tres hijos [Sofia, Jaxton y Federico] que están
en pleno crecimiento y les gusta harto dibujar y mostrar lo que su imaginación
les da.
Pareciera que siempre anda con hojas y lápices para todos lados, ya que
sus hijos tienen una gran colección de dibujos que a simple vista ya
representan una escena digna del Sr. Cara de Papa, sin embargo, después de esa
magia infantil viene el toque mágico del papá.
Giovanniti toma cada uno de los dibujos de sus hijos para retocarlos y
darle forma y contenido a unos trazos que se sumergen en una historia que quiso
ser contada en blanco y negro y que ahora tiene un significado más profundo gracias al color.
Al otorgarle vida, cada dibujo se vuelve único e irrepetible. El artista
es honesto y cede el honor a sus hijos al mencionar que esta colección de
imágenes son “colaboraciones con mis niños”.
Si quieren saber más de Fred Giovannitti, den click en su nombre.
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