Pixar y tú
¿Cuántos de ustedes [de nosotros] están enamorados de las historias que
nos entregan las mentes extraordinarias de Pixar? Desde que en 1995 lanzaron
Toy Story, el primer largometraje animado por computadora, se hicieron
acreedores de los corazones visuales de las multitudes que abarrotan
[abarrotamos] los cines para ver algo más que una simple historia infantil.
Aunque no solo las historias con todo y su mensaje son lo importante.
Uno de los ganchos finos del éxito del estudio de animación es la creación de
la figura humana, animal y fantástica que logran. La minuciosidad con la que
trazan a sus personajes es impresionante y casi real. La interacción de
elementos digitales encuadran a la perfección en el gusto de los cinéfilos de
todas las edades.
Imaginen por un momento que los de Pixar los vieran caminar por la calle
o se metieran a sus redes sociales y les gustara su personalidad física para
crear un personaje basándose en ustedes. ¿Cuál sería el resultado?
Aquí les decimos que no tienen que evocarlo tanto. Para ver los
resultados de la humanidad llevada a la animación, basta con que observen el
trabajo de Lance Phan, un artista 3D que realiza trabajos por comisión para
transformar a una persona real en un posible personaje que podría dejar una
huella profunda en la cultura popular.
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