La evidencia del crimen artístico


En toda escena donde se ha cometido un crimen, existe una prueba que debe ser recogida para su análisis y su uso en un futuro enjuiciamiento. Los investigadores, detectives, los famosos peritos, esos profesionales expertos en la materia son los encargados de acopiar evidencias tales como huellas, cabellos, fibras, cualquier partícula que ayude a resolver el caso, a explicar las causas y encontrar al responsable del delito cometido.


Gran parte del trabajo de los expertos en esta área es asegurarse de que la evidencia esté a salvo y sea trasportada sin contratiempos al laboratorio donde será analizada a detalle. Es así que toda muestra es de vital importancia, pues son las que podrían determinar el veredicto final.




Gracias a los conocimientos de los experimentados, existe una fuente primordial de consulta para la resolución de conflictos.


Recolectar evidencias no es un asunto sencillo, es de importancia crítica utilizar las técnicas adecuadas, de lo contrario, las pruebas se pueden extraviar, omitir e incluso contaminarse a causa de una inadecuada manipulación. Una incorrecta recolección puede dar lugar a que una prueba sea inadmisible.





Así como la labor de un perito es la de cerciorarse que la escena del crimen esté documentada y fotografiada al mínimo detalle, existe un artista que también hace lo propio, recaba material que evidencie su trabajo, se trata del estadounidense Michael Mapes.



Mapes ha explorado otra técnica del arte y ha manifestado sus inquietudes científicas en peculiares cuadros. Primero disecciona y luego construye una escena, mejor dicho, un rostro.



Sus muestras son fragmentos de fotografías, imágenes de elementos biológicos humanos, como uñas, cabellos, pestañas, huellas digitales, que conserva y clasifica en frascos, bolsas de plástico, lupas, cápsulas de gelatina, que posteriormente integra usando como soporte pequeños alfileres o agujas de diferente tamaño, con ayuda de una adecuada exposición de luz, crea sombras obteniendo un efecto de relieve sobre la obra final. El resultado es bastante interesante pues permite observar cada parte de la fotografía en particular y a la vez conformar visualmente la imagen general.



Michael Mapes también realiza cuadros a partir de pequeñas lentejuelas sostenidas por alfileres que se utilizan para catalogar insectos. Su obra se puede apreciar dentro de las categorías de la fotografía y la escultura, donde la organización de los elementos, el espacio, la forma y el color dan origen a tan fascinantes composiciones. Sus representaciones evocan métodos entomológicos o forenses.





Tal como en un asunto forense donde las evidencias son clasificadas y etiquetadas como “Caso núm. X”, de la misma manera Mapes lo hace con sus cuadros.



Para conocer más de la obra de Michael Mapes, den click en el nombre.

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