Indie Emergente

Estamos a mitad de año y la agenda deportiva se empieza a llenar con muchos y variados certámenes. Estamos viviendo unas finales de la NBA vibrantes, con una rivalidad que ya es un clásico entre los Guerreros de Golden State , de Stephen Curry y Kevin Durant , contra los Cavaliers de Cleveland , de LeBron James y Kyrie Irving . Esta es su tercer final consecutiva con un título para ambas escuadras y, posiblemente hoy los de la Bahía se podrían llevar a casa el trofeo Larry O’Brien . Y por otro lado, se retoman las eliminatorias mundialistas en la Concacaf donde tendremos otro clásico [no con los niveles de los clásicos pamboleros de Sudamérica o Europa, pero al fin y al cabo clásico] entre México y Estados Unidos , rivalidad que llega a escalar más allá de lo deportivo por los tintes migratorios. Después de ahí, los de El Tri agarran el avión para irse a Rusia a jugar la Copa Confederaciones , mientras otros jugadores se quedan entrenando en t

Hay una frase que dice que “el amor entra por el estómago” que si se quiere conquistar a alguien hay que empezar por deleitarlo con la comida. La comida está relacionada con lo emocional y un plato bien presentado resulta más estimulante al comensal . Antes, los alimentos se distribuían de forma que fuera sencillo comerlos; no se pensaba mucho en el aspecto de la presentación de los platillos, con el tiempo y la evolución de las artes del montaje, ahora también se busca sorprender y emocionar. ¿Alguna vez han pensado en la influencia que tiene la creatividad y la decoración en los alimentos ? El diseñador Kyle Bean sí. Bean junto con el fotógrafo Aaron Tilley y la estilista de alimentos Lucy Ruth Hathaway hacen una propuesta visual de cómo serían las presentaciones de los platos si los decorara artistas como Salvador Dalí o Damien Hirst. La serie Artisan Brunch incluye cinco obras de arte escultórico de alimentos , es así que “La persistencia

Las faldas, los pantalones, los shorts, las blusas, las playeras, los tirantes, las camisas, los zapatos, las botas, los tenis, las marcas, las barbas y los lentes de armazón de pasta o de gota son características de una generación que se hace llamar hipster . Aunado a la lista anterior, viene todo un estilo de vida que parece más de pose que de fondo. Seguro que Jack Kerouac no se imaginó que la Generación Beat volvería a resurgir y se convirtiera en algo más cercano a la moda . Lo que es un hecho es que ha llegado para instalarse en la cultura popular . Cuánto durará este trance, nadie lo sabe, pero una vez que está aquí, debe de disfrutarse y gozarse porque es lo que abunda en este momento. Y es tan fuerte su presencia que se convierte en un movimiento mundial , donde las capitales más importantes conservan un nicho nutrido de fieles seguidores hipsters. En algún momento alguien dijo que de todo esto es “culpa de Zara” ; será o no tendencia,

Cuántos lugares tienen el mote de “la ciudad que nunca duerme” . Es probable que una buena cantidad de países cuente con un lugar que cumpla con las características de mantener un ritmo que dura las 24 horas del día . Una de las condiciones que guarda es que debe de ser una ciudad con una afluencia de turistas bien nutrida; extranjeros que buscan distraerse con los atractivos que dispone la localidad para satisfacer las necesidades de los visitantes. Nueva York no requiere presentación. Tiene todos los lugares mágicos que el ser humano necesita. La variedad de actividades permite mantenerse activo de la mañana a la noche y viceversa. Manhattan es su corazón, un lugar “brillante, caótico y quisquilloso” . Sus calles están repletas de vida, sensaciones que buscan atrapar al transeúnte, juegan con sus sentidos, le crean una necesidad y busca complacerle con su oferta. Su arquitectura es una mezcla de nostalgia clásica con la modernidad ; rascaci