El niño que llevamos dentro
Resultaría una mentira no admitir que todos llevamos un niño dentro . Las características que hacen que el ser humano en su etapa adulta tenga comportamientos juguetones e inquisitivos hacen un retrato fiel a esta consigna infantil. Es muy curioso, después de que se llega a los 30 años y más, recordar todo lo que se hacía de niño . No hay preocupaciones adultas –los pagos de servicios, la despensa, colegiaturas, etc.-, la única responsabilidad , como decían - o dicen los padres- es estudiar , y una que otra labor en casa. Algunos podrán verse identificados cuando llegaba el papá o la mamá con un juguete que uno ni siquiera pidió. El progenitor se excusa con cierta pena diciendo que siempre lo quiso cuando era pequeño, entonces, quien se divierte más con el nuevo juguete ¡son los papás! Aflora el niño que llevan dentro . ¿Qué pasaría si tuviéramos la oportunidad de sacar ese niño que llevamos dentro - físicamente- pero en nuestra edad a