Indie Emergente

En la mayoría de las sociedades el tema de la sexualidad se toca entre líneas . No se quiere ni hablar de ese sexo que se hace por amor, con pasión, en la intimidad, con el consentimiento del uno y del otro, de la inocencia y curiosidad por conocerse, por autoexplorarse. El veto que se le impone al sexo daña al ser humano. Es uno de los actos más comunes, más naturales que se brinda a las especies animales. La suciedad la impone la sociedad. Señalizar a aquellos que lo practican fuera del matrimonio, en el noviazgo, entre parejas del mismo sexo es una condena sin fundamentos , aunque los fieles a las Escrituras digan lo contrario o reciten las palabras sagradas. El sexo también es perversión . No se trata sólo de estar de misionero o de perrito. La perversión viene en el hecho de descubrir en la pareja los puntos de satisfacción [que no solo provienen del clítoris o el pene], encontrar las zonas erógenas [que tampoco son forzosamente las que

Tenemos una triste realidad , somos conscientes de ello , pero aún así seguimos participando y colaborando con ella . La sociedad entra a cada segundo en un remolino donde los detalles diarios se mezclan para crear un fenómeno que causa disgusto , que hace sentir incómodo. Somos un engrane que funciona más para mal que para bien . Actos como la corrupción, la injusta repartición de la riqueza, la mala aplicación de la justicia, el acoso laboral, la contaminación provocada por la sociedad y las industrias, los disfrazes para presentarnos en diferentes escenarios, la falta de una clase que lea, que se eduque y, por supuesto, la enajenación que provoca el internet con sus engendros, las redes sociales mal aplicadas, son herramientas que lesionan el sentido de la vida . Solemos culpar a los gobiernos porque no queremos aceptar la corresponsabilidad que nos atañe. Formamos parte de sociedades que desean tener todos los beneficios , pero que se rehúsa a

Los juegos de mesa pelean con fiereza por mantenerse en el gusto del público. La llegada de la tecnología los desplaza con singular alegría. La tecnofilia arrasa con todo lo que se pone enfrente, como el coloso que es en la actualidad. Los casinos, los videojuegos y las aplicaciones para los móviles y tabletas hacen que el dado, la lotería, las Serpientes y Escaleras, el Juego de la Oca, los palitos chinos, las damas chinas e inglesas, el turista o la baraja pasen a mejor vida . Cualquier persona que disponga de un paquete de datos puede jugar contra otra que se encuentre del otro lado del mundo. La velocidad de transferencia avienta para los lados la convivencia social , reuniones en una casa para pasar horas de sana [o no tan sana] diversión en compañía de la familia o los amigos. Los naipes es un juego popular que se practica desde hace varios siglos. Los más famosos son la baraja española y la baraja inglesa , sin embargo, está última tiene un alc

A inicios del 2015 varios medios de comunicación deportivos notaron una peculiaridad en el juego de los Empacadores de Green Bay contra los Vaqueros de Dallas , especialmente en dos jugadores amarillos. Resulta que Sam Shields y Tramon Williams portaban como calzado, ni más ni menos, que los botines Nike Mercurial Superfly IV de Cristiano Ronaldo . Este hecho podría despejar algunas viejas rencillas entre los seguidores de ambos deportes. Si ustedes son hinchas del futbol , seguramente sabrán que no hay ningún problema si tienen un equipo favorito de la NFL, pero cuidado si es a la inversa, porque los tocheros odian a los pamboleros . La justificación radica en la rudeza , principalmente, en la fuerza física , en el tipo de entrenamiento y en la metrosexualidad de los futbolistas a diferencia de la sangre y contusiones de los jugadores de americano. Lo que es un hecho es que ambos deportes son apasionantes . Mientras el