Libros para pintar
Antes de tomar clases de literatura universal y latinoamericana jamás me había atrevido a subrayar un libro. Tenía mucho cuidado de que no tuvieran ni rastro de una mancha, los trataba con suma delicadeza para que al final de la lectura quedaran como nuevos. Creía que rayarlos , aún haciéndolo con lápiz, aunque se tratara de resaltar una cita importante, era una falta de respeto y, por supuesto, de cuidado. Eso era maltratarlo y no saber apreciar su valor, además de que no se veía bien. Durante el curso de las materias de literatura, uno de los profesores comentaba que no tenía nada de malo subrayar , por el contrario, si no se hacía, sobre todo cuando se analizaba la lectura, era como si el libro nunca hubiera sido leído . Lo importante es el contenido , no el papel ni las palabras impresas, sino que esas mismas palabras entren a la mente a través de la lectura. Así que me atreví a subrayar los primeros libros, hacerlo permitía la consulta de algunos pasa