El Pit bull no es como lo pintan

En repetidas ocasiones hemos dicho, y constatado, que el perro es el mejor amigo del hombre; enlistamos características para confirmarlo; mostramos imágenes que lo constatan y, con todas estas maravillas, hay un "pero".

Un porcentaje elevado de personas no se acercan con toda la confianza a un perro por el temor de ser mordidos o atacados. Los factores para que esto suceda pueden ser muchos, sin embargo, hay acciones lógicas que llevan a una reacción violenta, como el molestarlo o perturbar su momento de comer.

Es un hecho, como sucede con los humanos, que la forma en la que guíes a una persona o animal, será la manera en cómo se comporte. Una mascota que siempre es maltratada actuará de manera intempestiva, no en balde el dicho de que “la mula no era arisca, los palos la hicieron”.

Y la situación se complica cuando ciertas razas de perros adquieren la fama de agresivos como los Doberman, Rottweiler o Pit bull. Son perros que por su constitución física imponen a quienes se paran frente a él, sin embargo son sólo apariencias, ya que pueden llegar a ser tan dóciles como cualquier otro.

La fortaleza que denotan desplaza fácilmente el miedo de un lugar a otro, por ello, gente ignorante los convierte en perros de pelea, un espectáculo deprimente para cualquier ser vivo.

Muchos de estos perros son sacrificados por acciones de las cuales no fueron los culpables directos. La fotógrafa Sophie Gamand tiene una preocupación verdadera porque las cifras revelan que el mundo vive una severa crisis de exterminio de Pit bulls por considerarlos peligrosos para la sociedad.

Su estrategia para cambiar la percepción es crear la serie fotográfica Flower Power: Pit Bulls of the Revolution, imágenes que los presentan con una corona de flores que permiten a la imaginación suavizar su apariencia y la forma en que son vistos.

Gamand utiliza las flores para “simbolizar la calidad de vida efímera, recordando que estas criaturas son frágiles y hermosas” al mismo tiempo. Estamos seguros que no faltará quien los vea afeminados con las flores, pero eso, es machismo puro.

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