Mirada animal
Si miras fija y retadoramente a alguien la
frase que comúnmente se expresa es “si
los ojos fueran pistola, ya estaría muerto”.
Las miradas y el movimiento de los ojos pueden
expresar mucha información acerca de lo que pensamos. Una mirada puede
delatarnos, revelar si estamos poniendo
atención en una conversación, si algo ha captado nuestra atención, si mentimos, reflejar nuestro estado de ánimo.
Hay
personas que con sólo mirar denotan
ternura, sinceridad, honestidad, nobleza, hay quienes poseen miradas seductoras o desafiantes. Otros tienen una
visión periférica, es decir, que no
necesitan voltear la cabeza para ver hacia un punto en específico, sólo basta
hacer un paneo con los ojos de un lado a otro, su campo visual es más amplio.
Para describir algunos tipos de mirada, se
hace una analogía con la mirada de animales, por ejemplo, mirada de águila, cuando alguien pone
ojos de seducción, pero si dicen vista de águila es porque tiene agudeza
visual. El ojo de tigre, lo tienen
aquellos que nunca se rinden y en su mirada se les ve el coraje para seguir
adelante. Tener vista de lince, se
aplica a alguien de vista aguda y entendimiento sagaz. La mirada
felina, se emplea para quienes se delinean los ojos para obtener una mirada
sexy con un aire salvaje.
Y no
es que realmente las personas tengan los ojos de dichos animales, simplemente se
hace una comparación rápida que no
necesita explicación. En Hungría
vive alguien que ha materializado las descripciones para mostrar las diferentes
facetas de la bestialidad, la
mimetización y el engaño visual.
La fotógrafa Flora Borsi crea Animeyed, una serie de autorretratos en los que cambia un ojo humano por el de un animal.
El uso de colores, una iluminación bien dirigida, el peinado y el maquillaje
logran un efecto surreal en el que
se integran perfectamente la artista con
los distintos animales.
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