Fantasmas instantáneos
Dentro de los debates entre lo real y lo irreal se encuentra la
existencia de los fantasmas o seres del más allá. Estos entes forman parte de
ese posible imaginario colectivo que hace de las suyas para asustarnos, excepto
Gasparín, conocido como el fantasmita amigable.
Algunas personas son hipersensibles a las sensaciones que produce la presencia
de “algo” o “alguien”, o retomando otro término, a la actividad paranormal.
A ellas, en ocasiones, se les puede tachar de “locas” o “disparatadas” por el
simple hecho de percibir más allá de los demás.
Los fantasmas son una gran mina de oro para el cine. Las películas de
terror, principalmente en estas fechas, son un enriquecedor en las salas de
cine. El afán de saltar en la butaca es una parte primordial del ser humano; el
tormento por ver de dónde vendrá la sangre es gratificante, aunque se cierren
los ojos antes de que pase la escena.
Por todos lados existen los cazafantasmas, personas que andan en busca
de comprobar las apariciones por diferentes métodos como el video y la
fotografía, pruebas que serán expuestas ante la sociedad y debatidas por grupos
de incrédulos.
La afición por estos temas da pie para que muchas personas inclinen su
carrera y oficio hacia estos temas paranormales, tal como lo hace la fotógrafa
JR Pepper que plasma imágenes surrealistas bajo los preceptos del miedo y el
horror.
Lo que Pepper tiene claro es la necesidad de capturar escenas nostálgicas
en blanco y negro que, sin discusión, podrían ser incluidas en películas de
terror. Estos escenarios son perfectos para mezclarlos con la presencia de
fantasmas que dan la sensación de que forman parte de la fotografía.
El trabajo es resultado de técnicas digitales utilizadas en menor escala
por medio del retoque para poner a la vista de los presentes lo increíble. Cada
uno de las imágenes deja sin aliento por esa presencia etérea.
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