Cuando el arte se sale de cuadro
Se
dice que la visita a un museo debe ser
una experiencia gratificante, un
aprendizaje para la vida. Aunque algunos espacios culturales parece que
pasan desapercibidos, la mayoría de las piezas que exponen son un tesoro que apreciar.
Cuando
asistimos a estos recintos que
resguardan arte, cultura, historia, debemos de saber que existen ciertas reglas que seguir para respetar
y cuidar, no sólo el espacio, sino todas las piezas artísticas expuestas. Una
de ellas es que debemos conservar cierta
distancia de los objetos y otra es
no tocar, pues por algún descuido podrían llegar a estropearse.
Esas reglas, que gran parte de los
museos tienen en su lista,
algunos otros las tienen prohibidas. Por ejemplo, el Universum, el museo de ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM], pionero en su tipo en
Latinoamérica, cuenta con equipos interactivos. El Museo Tezozómoc CeDiCyT, Centro de Difusión de Ciencia y Tecnología,
es un espacio donde lo único prohibido es no ser curioso, pues las exposiciones
están planeadas para que los visitantes pongan la energía en acción. MIDE, el Museo Interactivo de Economía, está diseñado para acercarnos e interesarnos
por las finanzas de manera divertida. No
podemos olvidar el Museo Tecnológico [MUTEC] de la CFE que
cuenta con exposiciones interactivas, nacionales e internacionales. Y, por
supuesto, otro de los museos que en su lema contiene lo que está permitido
hacer “toca, juega y aprende”, es el Papalote
Museo del Niño, que en realidad pueden disfrutar personas de todas las
edades.
La
oferta en la Ciudad de México es amplia y cada vez es mayor la creación de espacios donde se tiene acceso
a interactuar con las obras expuestas. Justamente a través de la interactividad es que experimentamos
ciertas sensaciones y comprendemos más fácilmente porqué suceden determinados fenómenos,
o cómo ocurrieron algunos hechos, sobre todo en lo que se refiere a ciencia y
tecnología. El aprendizaje es más
eficiente, se logra una mejor retención de la información cuando se tiene contacto
directo, cuando el conocimiento se
adquiere de manera empírica.
Los juegos son actividades inherentes al ser
humano, de ahí que el aprendizaje sea
más efectivo cuando se tiene contacto o se realizan prácticas con los
objetos. De manera natural es como el hombre tiende a crear y desarrollar
labores para el enriquecimiento consecutivo de rasgos psicológicos y
emocionales.
En China también existen museos
interactivos, uno de ellos es la galería
Shenyang en Tianjin que cuenta
con una exposición en 3D que ha
causado sensación, debido a que los espectadores
terminan complementando las obras y se convierten en los protagonistas.
El artista urbano originario de Lituania
Ernest Zacharevic es el responsable de que los visitantes sean atacados por algunas piezas o que ellos puedan aventurarse a hacer de las suyas.
Zacharevic
ha adoptado la técnica pictórica llamada
"trompe-l'œil"
(trampa-ojo), -que intenta engañar a la vista jugando con el entorno, el
sombreado y la perspectiva- una práctica
propia del arte callejero, y la ha aplicado a las más de 50 pinturas que se encuentran disponibles para que el público interactúe
con ellas.
En esta
exhibición, además de tocar, los visitantes pueden buscar la pose ideal y
divertida para retratarse de la manera más original.
En México, además de
los museos interactivos, anteriormente mencionados, contamos con el Museo de Arte Tridimensional (MA-3D)
ubicado en Azcapotzalco. Un pequeño espacio dedicado a el arte que se sale del cuadro
y se manifiesta en forma de escultura, instalación o arte-objeto.
Para conocer más
trabajos del artista lituano den click en Ernest
Zacharevic
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