Obras de arte saladas...y no por la mala suerte




¿Cuántas veces hemos escuchado frases supersticiosas de nuestros padres, abuelos o amigos? Esas creencias que son contrarias a la razón, que no tienen una explicación científica y que sólo se les atribuye un significado basado en el sentido mágico.


Habrá quienes son supersticiosos y realizan ciertos rituales que se practican en casa desde siempre, o quizá algunos no le den importancia pero por si las dudas siguen algunas recomendaciones, sólo como medida de prevención, no vaya a ser la de malas.


Algunas de las supersticiones más frecuentes son: pasar por debajo de una escalera, que un gato negro se cruce en nuestro camino, romper un espejo y, la clásica y tal vez la más recurrente, es la de pasar la sal de mano en mano o de plano derramarla. Todas estas cábalas se dice atraen a la mala suerte.


El tener cuidado para no verter la sal, podría ser uno de los mitos más escuchados, pues el famoso condimento está presente casi en todas las mesas de las familias a la hora de la comida.


Esa posibilidad de desgracia cuando alguien tira la sal accidentalmente tiene su origen en el año 3500 a.C., cuando se creía que la sal era incorruptible, razón por la que se convirtió en símbolo de amistad, de ahí la creencia de que si se tira el lazo se rompe. Pero existe una solución para revertir el maleficio y consiste en arrojar un puñado de la sal derramada hacia atrás por arriba del hombro izquierdo, y ¡listo! adiós a la mala fortuna.

  
Para el artista afgano, Bashir Sultani, que se le caiga la sal no es sinónimo de mala suerte, al contrario, él se la pasa vertiéndola a propósito, para crear increíbles obras artísticas. 


Bashir es un diseñador gráfico especializado en el diseño de impresión y la ilustración, aunque no ha estudiado, oficialmente, arte. Desde pequeño soñaba con ser dibujante, y tanta fue su pasión, que se ha convertido en un auténtico artista.


Su obra consiste en retratar a personajes del cine, la música, el comic, los videojuegos, dibujos animados y logotipos, entre otros.


Sus herramientas: un fondo negro, puede ser una hoja o una cartulina, una navaja de afeitar o un trozo de papel, que dan realismo y sensación de volumen, hisopos o lo que conocemos como cotonetes y el ingrediente principal: la sal, sin dejar de lado la paciencia y la habilidad que muestra para dar vida a grandes iconos y celebridades.


A algunas de sus obras les ha añadido color, e incluso se atrevió a crear ilusiones anamórficas, como un cubo de Rubik.




Su proyecto lo ha llamado Art with Salt y, de acuerdo a la descripción de los videos, tarda entre 40 y 75 minutos en realizar un retrato que inmortaliza en video con la ayuda de un iPhone y iMovie.


Entre las celebridades que ha recreado se encuentran: Bob Marley, Al Pacino, Jack Sparrow [Johnny Depp], El Guasón [Heath Ledger], Bruce Lee, Transformers, Spider-Man, Bane [The Dark Knight Rises] y Albert Einstein. 


Ahora, cada vez que derramemos la sal tal vez lo pensemos dos veces para decidir si es de mala suerte o mejor aprovechamos la situación para poner manos a la obra y dar cabida a la creatividad.

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