La curiosidad de los niños
La curiosidad es innata en los niños y debe cuidarse y alentarse desde que nacen para que sean capaces de querer aprender por sí mismos, ya que la curiosidad es el primer paso para el aprendizaje. En ocasiones los adultos, algunos sin darse cuenta, sienten que la curiosidad de los niños es inoportuna y prefieren ignorarlos antes que despejar sus dudas o ayudarlos a comprender. La curiosidad de los niños no debe ignorarse ni coartarse al contrario debe potenciarse para que en el futuro los pequeños sean eficientes. Los reyes de la casa comienzan a curiosear desde el momento en que empiezan a observar, a desplazarse y a explorar el mundo que los rodea. Los niños siempre quieren saber más por lo que el papel del adulto no es cortar esta curiosidad, sino más bien lograr que este interés y esta motivación no se pierda en el camino del crecimiento infantil. A veces los niños nos pueden poner en aprietos y hacernos preguntas complicadas de responder, o eso es