Los objetos cotidianos
Cada día se nos presentan una gran cantidad de objetos que llega el momento en el que ya no nos percatamos de ello. La cotidianidad los vuelve invisibles , sin embargo, en el inconsciente sabemos que tienen una función para realizar nuestras tareas diarias . Es muy cierto que los bebés y los niños tienen la capacidad de asombro a flor de piel. Están ávidos de conocer todo lo que los rodea, lo que pasa dentro de sus campos visual y auditivo. Se percatan de la existencia de cada uno de los objetos en su espacio físico, esos que para los adultos ya no tienen ningún asombro y sólo sirven para algo, por muy ínfimo que sea. El cerebro registra todo lo que se ve, huele, palpa, escucha y tiene sabor por medio de los sentidos. La forma en que trabaja el raciocinio es sorprendente. El otorgar volumen y profundidad a los objetos es algo que hacemos de manera mecánica, pero cuando se estudia a fondo, nos damos cuenta que es una proeza más de la perfección del cuerpo hum...