El reino humano/animal
En la
mitología griega se conoce la leyenda del Minotauro, un ente que tenía cuerpo
de humano y cabeza de toro. Fue encerrado en el laberinto de Creta y año tras
año se le ofrecían hombres y mujeres como sacrificio hasta que llegó el héroe
Teseo para terminar con la vida de este monstruo.
La
imaginación del hombre es amplia y entre muchas raíces, encuentra cabida en su
deseo de crear un ser humano con características animales o viceversa. Lo más parecido a esto es la derivación de la evolución del hombre a través de los
primates, con bases científicas.
En
los laboratorios de investigación se realizan pruebas con animales que tienen sistemas fisiológicos similares a los de los humanos para encontrar la cura a
muchas enfermedades, así como otro tipo de descubrimientos que beneficien a la
humanidad. El sacrificio de estos animales es un acto implícito.
Con
la llegada del siglo XXI se ventilaron casos de manipulación genética en
animales para que el humano tenga beneficios en su vida cotidiana, ya sea en
cuestión de salud, belleza o alimentación. Cómo olvidar a la oveja Dolly, el
primer mamífero clonado, del que se supo de su nacimiento siete meses después
por el temor de que los científicos fueran juzgados por contravenir los
designios de la naturaleza.
Existen
un par de películas catalogadas dentro del género de terror gore, The Human Centipede
[First Sequence] y la secuela The Human Centipede 2 [Full Sequence], basada en
la fascinación de un médico por los ciempiés, razón suficiente para perpetrar
un secuestro de turistas y después unirlos quirúrgicamente de la boca al ano de cada
uno para crear su ciempiés humano.
En la
televisión muchos estudios y casas productoras han plasmado su imaginación por
esta fusión humana/animal en series y caricaturas que presentan personajes
animales con comportamientos humanos. Don Gato y su Pandilla, los Thundercats,
Garfield, Speedy González o el Oso Teddy son algunos ejemplos.
Uno
de los casos reales más sonados que demuestran que los animales llegan a tener mayor criterio que los humanos, son las imágenes que circulan en la red donde
un perro cruza una avenida por el puente, mientras en la parte inferior vemos
como una persona la trata de atravesar por el asfalto ante el peligro inminente
de ser arrollado.
La atracción de integrar cualidades animales a las personas y atributos humanos a los
animales es algo que seguirá persistiendo, tanto en la ficción como en los
experimentos genéticos realizados por científicos, lo que coloca la ética de la
ciencia en la interrogante de hacer o no lo correcto en pos de prolongar y
salvaguardar la vida humana.
Uniéndose
a esta oleada por el gusto de humanizar a los animales, la ilustradora Kim
Nguyen crea la serie de carteles titulada Anthros. Gran variedad de animales
con posturas y vestimentas netamente humanas que muestran la combinación de energía
de estos dos seres.
Los
perros, cerdos, felinos, chimpancés, carneros y zorros toman el papel de gángsters,
militares retro, samuráis, geishas, beisbolistas, guitarristas o grandes
ejecutivos, resaltando la belleza del color y las facciones que hacen una
representación extraordinaria del andar humano.
Es inevitable
no darse cuenta que el concepto que tiene el ser humano de si mismo, contiene la
parte negativa de su ser, como en el caso de los mafiosos o aquellos que portan
armas, razón por la cual, la imagen tiene un impacto mayor por la fiereza de
los animales caracterizados.
Para conocer más obras
de Kim Nguyen, den click en su nombre.
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