El reflejo del arte
El verse reflejado en cualquier superficie es una acción que a cualquier persona le produce placer, ya sea por mirar si se luce bien lo que trae puesto, si el peinado sigue en el mismo lugar o si se nota desmejorado. El espejo es el principal accesorio para lograrlo, es difícil no encontrarlo en alguna casa o en el trabajo; el baño o las recámaras son lugares ideales para instalarlo.
La reflexión de la luz es un fenómeno de la física que consta en el “cambio de dirección que experimenta un rayo luminoso al incidir oblicuamente sobre una superficie”. El reflejo se da en una superficie plana lo cual produce una imagen similar o lo más cercana al objeto original.
Con base en las leyes de la física, el fotógrafo Yodamanu, alias Manuel Plantin, hizo una serie de fotografías con reflexiones de la luz. Su trabajo consistió en salir a la calle y tomar placas de personas que se reflejaban en las banquetas que tenían charcos de agua, dando como resultado cuadros que parecen salir de un artista en la pintura.
Yodamanu presenta una nueva perspectiva del mundo común, pero al revés, ya que las imágenes son presentadas desde el lado de la reflexión y no del original. Su intención es que el espectador se concentre “boca arriba”. Él utilizó lo menos que pudo los retoques digitales, sólo utilizó lentes de contraste, un poco de saturación y el sensor de una Leica M8 para lograr estas maravillas.
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