Conectados con el mundo


¿Han copiado el invento antecesor al teléfono? Si jugaron con un amigo o un hermano con un par de latas atravesadas con un hilo y lo mantenían tenso con la finalidad de comunicarse a distancia, entonces sí lo plagiaron.  




Las nuevas tecnologías de la comunicación han acortado la distancia entre los seres humanos y han hecho posible las diferentes formas de intercomunicación, independientemente del lugar físico donde se encuentren la o las personas.




Desde siempre el hombre ha tenido la necesidad de comunicarse. En sus orígenes lo hicieron a través del lenguaje oral, más tarde llegó la escritura como medio simbólico para plasmar la expresión verbal, lo que amplió el intercambio, el almacenamiento de información y lograr que llegara a más individuos o comunidades.


Como el ser humano está en constante evolución al igual que el medio que habita, pronto ya no se conformó con sólo comunicarse cara a cara con su igual, quería llegar más lejos, enviar mensajes a distancias más largas, para lograrlo emitía señales de humo, alertas luminosas, o a un hombre se le asignaba la tarea de recorrer largos trayectos para hacer llegar el mensaje a otro, o enviaban palomas mensajeras a las que se les ataba en la pata un trozo de papel con el recado.


Poco a poco llegaron los grandes inventos como el telégrafo, el teléfono, la radio. Los avances continuaron hasta ver el surgimiento de la televisión, el fax, el correo electrónico, ahora las computadoras, iPhone, smartphone, iPad, y todos los nuevos dispositivos y medios de comunicación que hoy en día conocemos y usamos.



En la actualidad, hombres y mujeres pueden enviar información desde cualquier parte del mundo a una mínima velocidad. Para algunos bastará con encender la computadora y enviar un correo electrónico al destino que deseen y en instantes el  mensaje caerá en la bandeja  de entrada del destinatario, para otros sólo les tomará tiempo marcar el número telefónico y el periodo de espera en que el receptor atienda la llamada, muchos más optarán por enviar un Whatsapp para expresar lo que sea y recibir respuesta casi de manera inmediata [decimos casi, por aquello de que si la segunda palomita indica que ya se entrego el mensaje o si ya fue leído]. Si no llega la contestación con la rapidez deseada, no todo es responsabilidad de la tecnología o de la persona, puede que sea de ambos.


En el mundo moderno quien no está comunicado es porque no lo desea y no porque no existan los medios para hacerlo.


Fascinado con las intercomunicaciones, el artista griego Charis Tsevis se dio a la tarea de crear una serie de ilustraciones que reflejaran cómo es que la humanidad se comunica, todo el tiempo está conectada, por medios electrónicos, aunque ya se ha desarrollado la comunicación inalámbrica, aún se necesitan de cables que conecten los aparatos a las tomas eléctricas para cargarse de energía y funcionen,  cables que  también enchufan a los seres humanos entre sí.


Tsevis ha desarrollado diseños con propósitos editoriales y de publicidad. Ilustraciones detalladas a base de todo tipo de cables de colores, de USB, de teléfono, coaxiales, cables por los que generalmente viajan paquetes de información provenientes de diferentes ordenadores y destinos, líneas de comunicación con los que traza figuras y rostros humanos y una de un león, especialmente diseñado para el Salón de la Fama del Reggae en Jamaica como símbolo del movimiento rastafari. 


Cables que además de datos transportan energía, y eso es lo que Charis busca plasmar en su trabajo, con cada línea y cada trazo serpenteando pretende transmitir la sensación de movimiento y energía que circula en cada composición.


Tiras de cable que asemejan la conexión del hombre y el mundo. Lo que Charis Tsevis describe como “la relación entre la red, el cuerpo y el espíritu”.


Para conocer más trabajos de Charis Tsevis  den click en el nombre.

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