La partitura de los pájaros


Definitivamente, levantar la vista hacia el cielo es una de las cosas más exquisitas que tiene la vida. En la profundidad del azul y en la inmensidad de la noche se pueden encontrar miles de historias, algunas ya contadas, otras en construcción y unas más que serán inventadas para generaciones posteriores.


La mirada puesta en el firmamento dilucida un vacío que podemos llenar a través de figuras que forman las nubes, constelaciones que hablan del amor estelar. Es el hábitat de las aves, un escenario que para la vista se muestra infinito y donde pueden desplazarse con la libertad que sólo ellas conocen.


Las personas tendemos a no mirar hacia arriba en nuestro andar -de igual forma miramos poco hacia abajo-. El día que lo hacemos, descubrimos cosas que al parecer siempre han estado ahí y no nos habíamos percatado. Es como cuando el conductor habitual de un auto le toca ir de copiloto, se embelesa con la cantidad de elementos visuales que normalmente no ve por poner atención en el manejo.


En las alturas también hay sucesos curiosos. Al transitar por los barrios populares es común encontrar tenis colgados de los cables de luz. En muchas ocasiones no sabemos cómo fue que llegaron ahí. Hay de todo tipo: usados, nuevos, rotos y pulcros. (En la actualidad, se dice que encontrar tenis colgados significa que en esa calle es un punto de venta de drogas. El que sean nuevos o usados connota el menudeo y mayoreo).


Otro cuadro que es muy común observar es la estadía de los pájaros, una vez más, sobre los cables. Se convierte en un lugar de descanso y/u observación desde donde pueden analizar el comportamiento de las personas. Incluso este hecho ha sido representando en el cortometraje For the Birds de Pixar, el cual pueden ver dando click aquí.


Hasta hay un dicho que dice "hay pájaros en el alambre" que se refiere a que no se debe hablar en ese momento porque alguien más puede escuchar.

La postura de las aves se convirtió en algo tan significativo para el cineasta y compositor brasileño Jarbas Agnelli al crear una partitura de una manera muy extraña. Resulta que una mañana del 2009 estaba leyendo el periódico O Estado de São Paulo y vio una foto que le llamó la atención: varios pájaros posados en cinco cables de la electricidad. ¿Qué tuvo de extraordinario la imagen? Visualmente formaban las notas dentro de un pentagrama.


Quizá esto sólo lo viera Agnelli, pero esta imagen lo llevó a componer una canción tomando la posición de los pájaros como si estuvieran en un pautado. El resultado fue sorprendente al ejecutar una melodía mágica producto de la imaginación de la naturaleza a la que se le agregaron violines, xilófono, clarinete, oboe y contrabajo.

La foto original es de Paulo Pinto y es para destacarse que en los créditos finales Jarbas Agnelli hace mención que la música es de los pájaros.

Aquí tienen la versión corta:



Y la versión extendida donde se explica el origen de la música:

Comentarios

  1. La inspiración que se puede tener de la observación puede ser clave en éste caso una buena melodía es excelente.Felicidades a Sam y Tali,

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